Por: Eloisa Vargas-Moreno, docente de la Maestría en Planeación para el Desarrollo. Por un voto informado ¡Somos la generación del cambio! Como parte de este importante ejercicio, el pasado 13 de febrero el equipo recibió capacitación por parte de la Misión de Observación Electoral (MOE) Regional Bogotá, la cual incluyó técnicas de observación, reconocimiento de los delitos electorales, diligenciamiento de formatos de observación, aclaraciones sobre lo que le es permitido a los observadores y lo que no, diferencias con el papel de los jurados y los testigos electorales, además de la entrega de material distintivo (gorra y camiseta). Información esencial para cubrir cinco momentos de las jornadas electorales: i) observación de la apertura de elecciones; ii) observación en puestos de votación; iii) observación, cierre y conteo de votos; iv) observación itinerante; y v) observación de escrutinio. A partir de 2006 la MOE lidera la tarea del “seguimiento y registro de incidencias” que puedan presentarse en los procesos electorales. Su funcionamiento se da gracias al voluntariado de cientos de personas y el acompañamiento técnico del Centro de Asesoría y Promoción Electoral (CAPEL) del Instituto Interamericano de Derechos Humanos. La MOE es una “plataforma de organizaciones de la sociedad civil de Colombia que promueve el ejercicio de los derechos civiles y políticos de la ciudadanía teniendo como fundamento […] la independencia, rigurosidad y objetividad; los estándares internacionales de elecciones libres, justas y transparentes; y una estrecha colaboración con todos los actores que promueven los valores democráticos” (Misión de Observación Electoral, 2018). En esta oportunidad el equipo de estudiantes adelantará ejercicios etnográficos de observación no participante, a partir de los cuales enriquecerá las reflexiones propias de la sociología política y la planeación para el desarrollo. Labor clave, en un país en el cual el delito electoral hace parte de la cultura política promovida por las maquinarias enquistadas en las instituciones. En Bogotá, según datos del “mapa de riesgos electorales” lanzado el pasado 15 de febrero por la MOE, existen 111 puestos de votación con comportamientos indicativos de fraude. “Las variables que miden la atipicidad electoral por puesto de votación en Bogotá, son: Nivel atípico de participación electoral, Nivel atípico de Votos Nulos, Nivel atípico de Tarjetones no marcados, Limitaciones a la competencia reflejadas en el Dominio Electoral” (Misión de Observación Electoral, 2018). Aunque el panora es desalentador, es momento de hacer frente a los factores que debilitan nuestra democracia, escenario en el que la observación electoral se convierte en uno de los múltiples mecanismos para sumar al control y respaldo de nuevas prácticas de participación política en Colombia. Observamos y respondemos a las exigencias del cambio.