Francisco Alonso Chica Cañas
Pudieron recrear el ambiente a través de carteleras y de la disposición del espacio, lo cual acercó y favoreció la interacción de los estudiantes para experimentar y recrear las costumbres y los modos de educación que utilizaba la civilización egipcia. Además, el vestuario de la época les permitió palpar el pensamiento educativo como un sistema de instrucción elemental y de enseñanza de mayor nivel.
A través de esta estrategia pedagógica, se les facilita a los estudiantes asumir una clase interactiva en la que el protagonismo reside en la apropiación de los conocimientos de una forma divertida, recreativa y creativa. En otras palabras, aflora la inteligencia emocional que nutre el razonamiento con la elaboración de un guion, que le da orden a los aprendizajes y a los contenidos, espacios de esparcimiento para presentar noticas no académicas y académicas, momentos evaluativos que se centran en los problemas del mundo contemporáneo actual y la articulación con la agenda educativa egipcia.
Es tanta la creatividad, en que la admiración, la curiosidad, la indagación, la sistematización del pensamiento y le pensamiento crítico aflora espontáneamente, dejando una huella perdurable en la vida de los estudiantes.