Es grato percibir cómo recrean escenarios temáticos disciplinarios a partir de la teoría del juego, de recursos materiales como los títeres en los que se pone en práctica la elaboración de guiones, la consulta e indagación sobre temas actuales y la relación con el contexto, conllevando una simulación de la preparación de la clase. Además, en la socialización de las experiencias, aprenden a retroalimentar las intervenciones en torno al manejo del cuerpo, la expresión, el dominio académico de los temas, el uso de materiales pedagógicos con material reciclable, el compartir en pequeños grupos el imaginario de la pedagogía y la didáctica, conduciendo a un trabajo de la preparación del plan de clase.
Los estudiantes preparan la didáctica de simulación con base en la capacidad de invención de situaciones académicas relacionadas a las letras, la literatura, la filosofía y la pedagogía. También se pone en escenario un aprendizaje significativo en la que se refrescan los temas cursados en las áreas de formación del conocimiento con la propia comprensión e interpretación del intelecto de los aprendices, generando un conocimiento de repaso y de refuerzo que contribuye afianzar lo aprendido en la memoria a largo plazo.
Del mismo modo, la alegría se siente en la mente e inteligencia emocional de los estudiantes contagiando a todos los integrantes, al tiempo que los anima a seguir adelante en una profesión exigentes en tiempos donde los principios fundamentales son relativizados por el secularismo, la ética relativa, el auge de la ciencia y la tecnología.
La docencia es imaginar mundos imposibles con los pies puestos en la tierra de las disciplinas, pero enfocada en el contexto social, cultural, político y económico del mundo, fundamentada en las representaciones de la pedagogía y la didáctica clásica y contemporánea.