Los ganadores fueron los estudiantes Brayan Pallares, Sergio Salazar y Javier Cárdenas, y el profesor Edgar Camilo Camacho, quienes pertenecen al Grupo de Estudio y Desarrollo en Robótica (GED) de la Facultad de Ingeniería Electrónica de la Universidad Santo Tomás.
El equipo participó con un prototipo que fue construido en su totalidad por el grupo de estudiantes.
Este es el evento de robótica más grande de Latinoamérica y contó con la participación de más de mil personas, en esta jornada también se llevaron a cabo los siguientes sub-eventos:
Latin American Robotics Competition
Brazilian Robotics Competition
Brazilian Robotics Olympiad
Brazilian National Robotics Fair
Scientific Symposiums: LARS/SBR, CTDR and WRE
Desafío de Robótica Petrobras
La categoría en la que participó la USTA correspondió al IEEE Open, en la cual se busca que los competidores construyan un robot autónomo que permita realizar una tarea específica, para esta ocasión, fue la de organizar contenedores emulando un puerto de carga.
La competencia constó de dos etapas, una clasificatoria en la que todos los equipos participantes realizaron la tarea en tres rondas y los cuatro mejores pasaron a la final. En la etapa final, durante tres rondas los equipos clasificados realizan la tarea, y el ganador es el que más puntos logre. Dichos puntos dependen de la cantidad de contenedores organizados, la altura a la que se coloquen y el menor número de errores cometidos.
En el evento participaron 9 equipos: dos mexicanos, dos peruanos, cuatro brasileños y uno colombiano, que representó a la USTA.
El equipo de la Universidad clasificó en el segundo lugar durante la primera ronda; sin embargo, se hicieron en campo las mejoras y ajustes al robot para así lograr obtener el mejor resultado en las rondas finales y obtener el primer puesto.
Se reconoce el gran trabajo de los otros equipos, como el de la Universidad Federal de Río Grande del Norte, Brasil, quienes obtuvieron el segundo puesto.
Como en la mayoría de competencias de robótica, el premio no constituye un bien económico, sino el trofeo y el orgullo de ser el campeón latinoamericano, y por supuesto el ser #OrgullosamenteTomasino.