Por: María Alejandra Chaves Yela.

De acuerdo con ello, la Unidad de Proyección Social, asumiendo este compromiso, ha cambiado a  Responsabilidad Social Universitaria, consiguiendo con ello ampliar la visión  de abordaje de  los territorios propiciando transversalidad entre los proyectos que se realicen a través de sus diferentes estrategias.

Este cambio tiene como finalidad generar una afectación positiva, entendiendo los avances del mundo y la huella que se debe dejar en el, impartiendo desde la Universidad el deseo de formar a personas íntegras enmarcado en el objetivo de “orientar, coordinar y promover el desarrollo de la política institucional de la proyección social, la extensión, el emprendimiento, el desarrollo comunitario y a su vez, la promoción de una ecología integral en conectividad con las diferentes dependencias académicas y administrativas, lo que permitirá promover las transformaciones sociales, económicas y políticas de la sociedad”, (USTA, E.O, pág.75).

Con todo lo anterior, se entiende que no solo se realiza un cambio interno en una de las Unidades Académicas de la Vicerrectoría Académica General, sino que a su vez se plantea una apuesta epistemológica que se recoge en el Proyecto Educativo Institucional a través de una interacción con el medio externo, como la expresión más cualificada de la responsabilidad social en todos y cada uno de los procesos y compromisos académicos, (USTA, PEI, pág. 97) por ello, se hace una invitación a todos a reconocer que el cambio empieza por cada uno de nosotros.

Dentro de todo este proceso de transición, es importante mencionar que no se deja de lado la Proyección Social de la USTA, por el contrario, se intensifica su valor en sintonía con la docencia y la investigación, que articuladas a la RSU –Responsabilidad Social Universitaria- se logrará una apuesta por la transformación del entorno desde la ética de la persona.