Durante el conversatorio, participaron estudiantes, docentes y mujeres líderes de la localidad de Suba. Para dar inicio al conversatorio se trabajó el tema del arte, entendido como la forma que tiene el ser humano para representar sus sentimientos, emociones y percepciones. Actualmente el arte viene siendo enajenado, convertido, por una parte, en un bien de consumo, siendo más mercado que nunca y, por otra, en un sistema colonizador de un capitalismo machista que establece lo que vale en función del dinero, dejando la experiencia estética para algunas personas. Con esta obscena diferencia el gran público nos enfoca como objetos de consumo, que pasan a pertenecer a las nuevas generaciones enajenándolas de la cultura de sus ancestros, que sería la cultura que les daría los necesarios referentes de futuro.
El arte puede enseñar, educar y re-educar; y es lo que busca lograr con sus video-creaciones, esculturas, pinturas y dibujos. Sus obras invitan a cortar las cadenas de lo que nos han impuesto, liberándonos para ser lo que queramos ser.
Por otra parte, la ausencia de mujeres artistas en los museos o en las enciclopedias de arte clásico puede dar la impresión de que el rol de las mujeres en el arte se ha limitado al de musas y modelos.
Lo cierto es que las mujeres han tenido una presencia activa como artesanas y artistas, pese a los obstáculos con los que se encontraron para dedicarse al arte en distintas épocas debido a su género.
Unas pocas artistas incluso alcanzaron renombre internacional y una buena posición económica y social durante su tiempo y, sin embargo, la historia del arte las condenó al olvido durante siglos cómo Beatriz González, Doris Salcedo y María Cano.