Durante el taller, participan estudiantes, líderes, lideresas, y comunidad en general de la localidad. Para dar apertura a los talleres, se inició con los conceptos generales de Estado y de Ciudadanía, cuyo aprendizaje es en sí mismo, un ejercicio de responsabilidad social con nuestro país.
“El ciudadano se construye para que la sociedad se transforme, y ese proceso de construcción ciudadana es un proceso de transformación social”[1]
Partiendo de esta frase que nos plantea Cepeda, nos motiva a construir en la comunidad competencias ciudadanas, entendidas como el conjunto de conocimientos y de habilidades cognitivas, emocionales y comunicativas, que articulados entre sí, hacen posible que el ciudadano actúe de manera constructiva en la sociedad democrática.
Por otra parte, lograr una educación jurídica significa formar ciudadanos con valores éticos, respetuosos de lo público, que ejerzan los derechos humanos, cumplan sus deberes sociales y convivan en paz. Este reto implica ofrecer una educación que genere oportunidades legítimas de progreso y prosperidad, que sea competitiva y contribuya a cerrar las brechas de inequidad.
Con la Constitución Política de 1991, Colombia se comprometió a desarrollar prácticas democráticas para el aprendizaje de los principios de la participación ciudadana. Desde entonces, el Ministerio de Educación Nacional asumió su responsabilidad de formular políticas, planes y programas orientados a la formación de colombianos en el respeto a los derechos humanos, a la paz y a la democracia.
[1] (Cepeda, m.j (2004) ponencia ciudadanía y estado social de derecho”. Foro educativo nacional de competencias ciudadanas. Bogotá, octubre 25.)