Por: Yaqueline Acuña Mendoza - Profesional Especializado del Centro de Proyección Social Suba
El álbum familiar físico es un libro que relata de algún modo la historia de un grupo de personas. Estos pueden tener un orden cronológico, un tema o a veces simplemente fotos, de capturas eventuales, que se agrupan desordenadamente.
Representa un objeto de valor incalculable, digno merecedor de ocupar un lugar dentro de una caja de seguridad, pues para algunos sería una gran pena perder el registro gráfico de momentos memorables.
En la era digital nos ha facilitado tomar fotos, guardarlas de modo ilimitado y compartir muy selectivamente las que se desean mostrar. Sin embargo, ha provocado que le restemos importancia al hecho de tener en físico las fotos. Con el paso del tiempo, nos hemos dado cuenta que el modo de almacenar información digital cambia constantemente, situación que pone en riesgo la permanencia de registros fotográficos.
Es allí cuando toma más valor una impresión fotográfica, porque es un recuerdo tangible que además se puede percibir con nuestros sentidos. Lo tocas, lo miras, lo hueles y despiertas sentimientos guardados en tu memoria y tu corazón. La que relatará en el futuro los momentos felices compartidos en familia y mantendrá abierto ese portal del tiempo para visitar el pasado.
El 18 de junio se realizó un ejercicio en la Casa de la Cultura de Suba, entorno a los álbumes fotográficos y algunos tips que son claves en el momento de tomar una foto y sobre todo lo que significa pensar ella y como tomarla antes del momento que se quiere registrar.
Este tipo de ejercicios permite tener una mayor conexión con el entorno, con lo que queremos dar a conocer, es un lenguaje que se debe aprender a utilizar y sobretodo practicar ya que aplica para cualquier espacio en el que nos encontremos.