Las graduandas se destacaron por su ejemplo de liderazgo y en especial por el espíritu de superación personal.
El mundo actual, no necesita solamente de buenos profesionales, sino de seres impregnados de un excelente humanismo cristiano, basado en la fe, la caridad y el amor a los demás.
La competitividad laboral contemporánea, demanda profesionales preparados, comprometidos y ávidos de nuevos conocimientos, en el área de competencia de cada uno de nosotros.
Esto significa que, aunque queda mucho camino por recorrer, las mujeres siguen luchando para superar las barreras que aparecen en el día a día. Un ejemplo de ello, son las mujeres que han llegado a encontrar el camino hacia el éxito.
“No esperes que llegue un líder; hazlo tú mismo, persona a persona. Sé fiel a las cosas pequeñas, pues en ellas reside tu fuerza”, Madre Teresa de Calcuta.