Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo del Mg. Luis Rodrigo Castelazo Torres, Decano de la Facultad, quien agradeció a los asistentes por impulsar y participar de manera activa en la autoevaluación, indicando que no ha sido un proceso fácil y que, por el contrario, se trata del trabajo constante de la perfección. Así mismo, advirtió que más que un compromiso con el Ministerio de Educación Nacional, es con la calidad, que a su vez significa un compromiso con la excelencia. Del programa destacó su solidez, el constante mejoramiento y su sobresaliente participación en el sistema educativo del país, con un firme propósito en la formación de nuevos profesionales humanistas, enfocados en el desarrollo sostenible, con el apoyo de una planta docente fortalecida desde la condición humana; y, al mismo tiempo, hizo énfasis en que, desde su creación, Negocios Internacionales ha demostrado madurez en varios aspectos, por lo que están listos para recibir este reconocimiento que beneficia a todos los integrantes de la familia tomasina y contribuye a un mundo más justo y equitativo. Eso sí, sin olvidar que el reto continúa, en un primer término para la visita de los pares evaluadores en 2019-1, y a partir de ahí, los nuevos retos y las nuevas tareas.
Audio Mg. Luis Rodrigo Castelazo Torres
Acerca de los resultados generales
Este segundo punto de la agenda estuvo a cargo del docente Humberto Librado, líder del proceso de autoevaluación, quien expuso de manera sucinta un balance del mismo. Partió explicando que el proceso tuvo una calificación general de 8.6, lo que demuestra que después de 12 años de creación el programa tiene un proceso de consolidación representativo, de formación integral caracterizado, de currículo actualizado y pertinente; con un relacionamiento social importante gracias a las actividades que realiza cada semestre, resaltando que cada uno de estos aspectos se fortalecen con el respaldo de políticas y lineamientos institucionales. Por otro lado, se refirió a los retos que aparecen en el proceso de autoevaluación, tales como la investigación; el seguimiento a egresados con estrategias mucho más claras; el trabajo en red con otras instituciones académicas; y el perfeccionamiento de la planta docente a través de su formación en programas de doctorado.
Audio del docente Humberto Librado
Con relación a la autoevaluación, la docente Lourdes Constanza Barrero Fletscher afirmó que es el instrumento absolutamente necesario para que todos seamos conscientes de que el respeto, la responsabilidad y la disciplina son los elementos para que todo funcione bien y los resultados sean la guía de una formación integral académica.
Audio de la docente Lourdes Constanza Barrero Fletscher
Para el cierre de la jornada intervinieron Mónica Eliana García Gil y la Doctora Julia Fernanda Martá Vargas, de la Unidad de Gestión Integral de la Calidad Universitaria (UGICU). Las dos coincidieron en que, de obtenerla, la acreditación no es un punto de llegada, sino que, por el contrario, se trata de un llamado a la mejora continua, a “tomar aire porque el camino es largo”.
En palabras de García: “lo que estamos haciendo es una validación ante el Consejo Nacional de Acreditación (CNA) de un programa académico que se destaca por su calidad. Y han hecho un trabajo importante pero todavía falta mucho más, es un camino continuo e inacabado. De obtener la acreditación seríamos el tercer programa con ese reconocimiento en Bogotá, después la Universidad de La Sabana y la Universidad del Rosario”.
Mientras tanto, la Doctora Martá advirtió a los asistentes que si bien el proceso le brinda reconocimiento al programa “no basta con mirarnos a nosotros mismos, hay que mirar cómo estamos en relación a los programas de otras instituciones”, recordando que tienen una Universidad que los respalda con tradición y reconocimiento.