El lema de este año es “No dejar a nadie atrás”, según la ONU, “La escasez de agua afecta a más del 40 por ciento de la población mundial, una cifra alarmante que probablemente crecerá con el aumento de las temperaturas globales producto del cambio climático. Aunque 2.100 millones de personas han conseguido acceso a mejores condiciones de agua y saneamiento desde 1990, la decreciente disponibilidad de agua potable de calidad es un problema importante que aqueja a todos los continentes.” (ONU, 2015).
En la Universidad Santo Tomás, enmarcados en la Política Ambiental de la Universidad, actualmente nos encontramos implementando el programa para el manejo adecuado del agua, el cual tiene como objetivo asegurar su uso sostenible, reduciendo su consumo y asegurando el manejo adecuado de las aguas residuales.
Desde los programas académicos se están desarrollando proyectos de investigación que apuntan a la protección de cuerpos de agua como humedales y ríos, estudios para apoyar el aseguramiento del agua potable en comunidades, entre otros.
Este año la reflexión debe girar en torno a la importancia del cuidado del agua y como a través de pequeñas acciones como el consumo consiente, el uso de productos biodegradables, y cambios de hábitos de consumo, son esenciales para proteger la vida de todos los seres vivos y asegurar una vida digna para todos los seres humanos.