En la mayoría de ocasiones, el uso de energía implica un consumo de recursos naturales, especialmente los derivados a partir de combustibles fósiles; como el carbón y el petróleo, los cuales son limitados.
Teniendo en cuenta las problemáticas ambientales derivadas del consumo energético, en gran parte del mundo se ha incentivado el proceso de cambio de energías convencionales a unas más limpias y amigables con el medio ambiente. El objetivo para el año 2100 es reducir entre un 80% y un 95% las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), que contribuyen en gran parte a la crisis del cambio climático.
La Universidad Santo Tomás, comprometida con la mejora continua de procesos y optimización de recursos, ha realizado diversos cambios que permiten el ahorro de este servicio y la transición gradual de la energía convencional a energías renovables. En primer lugar, la iluminación en las instalaciones de la universidad se realiza con bombillas LED, adicionalmente se cuenta con computadores que consumen menor energía, y en las instalaciones de Villavicencio, en el Campus Floridablanca de la Seccional Bucaramanga y en la Sede Principal- Bogotá, específicamente en el Campus San Alberto Magno, se han implementado generadores fotovoltaicos de energía, lo que resulta de gran avance y beneficio tanto para la universidad como para el medio ambiente.
A continuación, se presenta el consumo de energía a nivel nacional, donde se tiene en cuenta el consumo de Bogotá, Villavicencio, Medellín, Bucaramanga y Tunja.
Se puede evidenciar el alza en el consumo del año 2018 con respecto al 2017, debido a que en la sede de Villavicencio entró en funcionamiento el Centro de Convenciones y 14 laboratorios más, por otro lado, también aumentaron los programas de pregrado y posgrado, lo cual demanda más espacio y por ende energía; sin embargo, el 2019 presentó una disminución en el consumo debido a las practicas implementadas por la universidad.