Tal como estaba programado, la eucaristía se realizó en la emblemática Plaza de Arcos de la Sede Principal, donde fray Juan Ubaldo LÓPEZ SALAMANCA, O. P., Rector General, en medio de la homilía nos recordó que “somos la sal de la tierra”; desde cada lugar de trabajo, en las aulas de clase, como docentes o estudiantes, los tomasinos hemos nacido con el ingrediente para conservarnos con la cualidad de dar “sabor” en cada una de las tareas para las que hemos sido llamados. En ese mismo sentido, y, a manera de símil, recurrió a Coco —mejor película de animación en la anterior entrega de los premios Oscar— para advertirnos que como Miguel, su protagonista, cada uno de nosotros es luz en el camino; en medio de la situación política y coyuntura actual del país somos seres importantes para la humanidad; estamos llamados a “convertirnos en un evangelio vivo”, a ser luz en esta sociedad porque “si apagamos la luz, perdemos la efectividad”. Una vez finalizada la eucaristía los asistentes presenciaron un momento histórico para la Universidad: la develación del grupo escultórico de San Alberto Magno y su discípulo Tomás de Aquino, hijos, los dos, del padre de los predicadores: Santo Domingo de Guzmán.
Ambas esculturas, que custodian el claustro, son fruto de la mano maestra del santandereano Juan José Cobos Roa, ilustre egresado de la Facultad de Arquitectura de la Seccional Bucaramanga, y graduado como Escultor en la Academia de Arte de Florencia, Italia.

La develación estuvo a cargo del Rector General y el señor Pedro Marín Flórez, colaborador administrativo que durante 45 años ha prestado sus servicios a la Universidad Santo Tomás. Para continuar con la celebración, nuestra Institución rindió un homenaje a fray Adalmiro ARIAS AGUDELO, O. P., con la orden Facientes Veritatem en categoría Oro. A través del Acuerdo n.° 7 del 7 de marzo de 2018, el Consejo de Fundadores exalta y honra a un integrante de la Orden de Predicadores por el rol desempeñado. Tal como lo dicta el acuerdo, fray Adalmiro ha tenido profunda vinculación con la Universidad Santo Tomás, particularmente por haber sido fundador de la Facultad de Comunicación Social de la Sede Principal y Coordinador de los Centros de Proyección Social. Durante más de 26 años ininterrumpidos cumplió con su misión, sobresaliendo por su compromiso visionario, carácter firme, capacidad de escucha y comunicación asertiva. Así, el Consejo Superior consideró que se debe hacer un justo reconocimiento a quien contribuyó a modular el destino de la Facultad de Comunicación Social y la proyección social de la Universidad. Por su parte, en cortas pero profundas palabras, fray Adalmiro, quien logró posicionar los Centros de Proyección Social gracias al aporte que les brindan a las comunidades en zonas como Cazucá, Usme, Chapinero y Suba, agradeció advirtiendo que: “los dominicos nos debemos a la humanidad y nuestra creatividad obedece a ese servicio”. De esta manera, los tomasinos iniciaron una jornada de festejos que, entre distintas actividades, cerró con la entrega de Méritos Sol de Aquino a los estudiantes más destacados académica, deportiva y culturalmente, y a algunos colaboradores docentes y administrativos.